Para algunos no es la 'vuelta al cole', sino que es el 'primer día de cole'. Que es lo que le ocurre a la protagonista de Dragona va a la escuela. Dragona sabe que le espera un gran día, es muy valiente porque sabe que a los dragones les encanta aprender, pero también tiene miedo: ¿y si alborota demasiado?
Una buena manera de que los peques se vayan familiarizando con el cole y lo que se van a encoentrar allí es jugar al Veo, veo en el colegio. Al ritmo de la canción imaginamos de qué palabra se trata y abrimos cada solapa para descubrirla.
Después de Tres monstruos en el baño, Begoña Oro nos trae nuevas aventuras en verso de tres pequeños monstruos, en esta ocasión sonTres monstruos en el cole, cuyos protagonistas, niño esqueleto, niña fantasma y niña zombi, ya van al colegio. Esqueleto no para quieto, niña fantasma se siente invisible y niña zombi se queda dormida en clase, pero con la ayuda de su profe y sus compañeros, descubrirán lo divertido que es aprender.
Los que lo saben bien son los seis simpáticos pollitos que protagonizan historias llenas de humor, donde las travesuras están aseguradas y, ¿cómo no? en el colegio meterse en líos les va a ser inevitable.
Y cuando vas creciendo en el cole, van surgiendo las leyendas. El momento de salir al patio es el mejor del día: jugar, charlar con los amigos y vivir situaciones que se quedarán en nuestro recuerdo y en el del colegio para siempre. Con el humor que caracteriza al Hematocrítico, esta colección de cómic recoge las Leyendas del recreo más divertidas que, ¿se habrán dado en más de una escuela?
En el cole también se conocen personas extraordinarias como Doña Problemas, una niña que desde los seis años se ha dedicado a resolver todos aquellos incidentes que sufren sus compañeros: una mochila estropeada por un yogur derramado, un cromo inencontrable o un vecino que escucha la tele a todo volumen. O jóvenes con habilidades excepcionales como Laia que es capaz de memorizar a la perfección cualquier texto con solo leerlo una vez y por esta razón, deciden cambiarla de clase y mandarla al Sector Oeste, donde estudiará junto a alumnos con capacidades tan increíbles como las suyas con los que formará el Club de los especiales.
En nuestros libros aparecen también colegios muy, pero que muy raros, como el que se encuentra al final de la calle Embrollo porque en él ningún día acaba como se espera. Aquí la biblioteca se traga a los alumnos. Las papeleras se convierten en monstruos de basura y el patio se transforma en la selva si hace falta. O el de Fede que está condiserado como el más raro del mundo porque cuando un niño o una niña sale del cole, se va con el primer padre o madre que haya llegado, y este lo tiene que tratar como a su propio hijo y traerle de vuelta a la escuela al día siguiente...