(Esta receta está extraída del libro Tú puedes cambiar el mundo)
Ingredientes:
- 500 gramos de fresas, sin hojas;
- 350 gramos de azúcar glas;
- ½ cucharada de la cáscara de un limón;
- 1 cucharada de zumo de limón;
- 1 tarro reacondicionado para la mermelada (hiérvelo durante 10 minutos para esterilizarlo).
Procedimiento:
1. Mete las fresas, el azúcar glas, la cáscara y el zumo de limón en una cazuela y tritura suavemente con un prensa patatas.
2. Pon la cazuela a fuego suave y deja cocer hasta que se disuelva el azúcar. Tiene que disolverse por completo o de lo contrario la mermelada no se asentará bien y puede que salgan grumos.
3. Sube el fuego a temperatura media-alta y deja que la mezcla hierva rápidamente durante 10 minutos, removiendo a menudo. Utiliza un cucharón de madera para remover y ten cuidado para que no te salte la mermelada hirviendo.
4. Para comprobar si está en su punto, pon una cucharadita de mermelada en un plato y comprueba que, al enfriarse, la superficie se encoge y que al mover el plato la mermelada prácticamente no se desplaza. Si no es así, sigue cocinándola durante unos minutos más.
5. Vierte la mermelada en el tarro y deja que se enfríe por completo antes de cerrarlo. Ten mucho cuidado, ¡porque la mermelada quemará mucho! A lo mejor le puedes pedir a un adulto que te ayude con este paso. Después guarda el tarro en la nevera hasta que te la vayas a comer.