En un libro te puedes perder, puedes mirarte como en un espejo, te puedes reconocer. Hay libros que olvidamos enseguida, y libros que siempre llevaremos con nosotros a alguna parte. Cada libro es un comienzo, diferente para cada lector. A mí me gusta, y a ti no te gusta. Para mí es perfecto, para ti, inútil. Y está bien así. Porque los lectores son diferentes. Cada libro busca su lector, y cada lector busca su libro. Un lector que se aburre, un lector indeciso o decepcionado, es un lector que todavía no ha encontrado su libro. Hay muchas buenas razones para leer: porque es fascinante, porque te remueve, porque te lleva lejos, porque... Por lo menos hay 101 buenas razones para leer, y si leemos libros sobre libros...
Blanco es una historia de teatro en una biblioteca, no te sorprenderá que los personajes sean libros con sus tapas, sus páginas, sus ilustraciones, y sus cabezas, brazos y piernas. Sabueso, el libro de Las aventuras de Sherlock Holmes, está investigando la desaparición de Mágica. Mágica es, por supuesto, un libro de magia. Durante su investigación se encuentra un libro dormido en medio del pasillo. Un libro muy especial. Un libro distinto. Un libro que no tiene ni una sola palabra, ni una letra, ni siquiera los números de las páginas. Nada. Un libro en blanco que acabará descubriendo su propia historia.
Lo que quizá te sorprenda saber es que muchos animales tienen un gran amor por libros. Guillermo, ratón de biblioteca ha heredado de sus padres una gran afición por la lectura. Se siente muy bien oliendo y mordisqueando las páginas blancas y aprendiendo un montón de cosas. Imaginarás que a los tigres, desde que son cachorros, se les enseña a asustar, a rugir y a poner poses amenazantes, pero existe una cachorrita que no se divierte con eso. Carlota quiere leer y disfrutar de las fantásticas historias que encierran los libros, algo que le provocará más de un problema con el resto de la manada. El que no tiene discusiones con su tribu es Federico, El mono que quería leer . Él y su amiga Sira proponen a Antón, el jefe, crear una biblioteca. Pero para ellos la gran cuestión es cómo captar la atención de todos los monos para contarles el plan porque son, muy, muy despistados.
Y, ¿sabes que hay libros que tienen vida? Sí, así es. Viven en La isla de los libros andantes. ¿No suele decirse de algunos que están llenos de vida? ¿Acaso no nos hablan, no nos conmueven, no nos infunden valor, no nos transportan a otros tiempos y lugares? También existe Columbeta, la isla libro, pero esta está habitada por unos animales tan gramáticamente fantásticos, tan extrañamente ortográficos, que parecen sacados de un libro de matemáticas. Si esto te parece curioso también lo es la existencia de una cabaña donde aparecen libro de forma misteriosa, ¿quién los deja? ¿por qué? La respuesta está en La voz del árbol, una novela que habla de la importancia de la lectura para entender el mundo al tiempo que se crece, y en la que podemos leer que "la vida de una sola persona era tan corta que apenas nos daba tiempo para aprender algo por nuestra cuenta, y que por eso teníamos que recurrir a los libros, para aprender en ellos lo que otros habían vivido o imaginado".
Y tú, ¿por qué lees?
(Ilustración: María Espluga)