(Esta actividad está extraída del libro Tú puedes cambiar el mundo)
1. Decide dónde vas a colocar el compostador. Lo ideal es que se trate de un lugar seco y sombrío, donde tengas acceso a agua corriente.
2. Busca un recipiente que puedas usar como compostador. Por ejemplo, una caja de madera o un cubo de basura viejo. También, si tienes espacio fuera, puedes dedicar una porción de terreno rodeada por una tela metálica.
3. Añade unas cuantas capas marrones y verdes (consulta el apartado «Carbono y nitrógeno», a continuación) para poner en marcha tu compostador. Prueba con este orden: marrón, agua, marrón, verde, marrón, agua, verde, marrón. Las capas marrones deben ser unas tres veces más gruesas que las verdes.
4. Riega el compostador a menudo para mantenerlo húmedo, aunque sin pasarte.
5. Utiliza una pala para mezclar los residuos de la pila una vez por semana, moviendo las capas del fondo hacia arriba. Esto se hace para oxigenar el compostador y mantenerlo en buenas condiciones.
6. ¡Eso es todo! Deja un cubo pequeño o una tarrina vieja de helado en la cocina para arrojar dentro los restos de comida. Luego vacíalo en el compostador a diario. Cuando añadas restos de comida al compostador, es buena idea enterrar el material nuevo debajo de lo que ya hay.
Los residuos que tiras al compostador pueden tardar entre tres y doce meses en descomponerse. Sabrás que el proceso ha terminado porque adoptarán un color oscuro e intenso, y no podrás distinguir los materiales originales. La mezcla del compostador tendrá un aspecto y un olor similares al de un mantillo terroso. Contendrá un montón de nutrientes, así que añádelo a cualquier maceta o jardinera para aportar una dosis de energía a tus plantas.
¿Qué puedo tirar en un compostador?
SÍ : Frutas y verduras, restos de poda, cáscaras de huevo, bolsitas de té o café (hay que retirar la etiqueta de plástico), café molido, jirones de papel (aunque no de revistas), flores secas, hojas caídas (en capas), madera y bambú (en palitos como los de los helados), los pelos que se quedan en el peine, fibras naturales como la lana y el algodón.
NO : Metal, plástico, cristal, revistas, carne, pescado, plantas enfermas.